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Suena el despertador, lo miro.Que mierda las nueve y media y ya me tengo que levantar todos los sábados igual, me levanto, me visto y tengo que ir a trabajar ¡Qué asco! los deberían de denunciar,solo tengo quince años y además me quitan mi mañana de sábado, pero bueno yo me levanto sin rechistar. Cuando bajo veo a todos con esas sonrisas tan grandes que parecen odio a esa hora.
- Buenos días princesa.
- Buenos día papá. En verdad son malos pero tengo que disimular.
- ¿Qué quieres de desayunar?
- Café y tostadas.
- Vale, pero come rápido que llegamos tarde.
- De acuerdo no tardaré.
Abre la puerta de la casa coge las llaves y se va, lo estaba deseando, tengo un mal humor impresionante y odio que a primera hora ya me estén dando la lata y más pensando que dentro de nada tendré que poner mi sonrisa falsa. ¿Qué divertido verdad?
Llegamos a la tienda salimos del coche y a empezar...
Ya son las 11 y yo no he parado, chica tráeme esta camiseta, perdona ¿Tienes una talla más de este pantalón?-Ojalá pudiera estar ahora en la cama, pero yo sigo con mi gran sonrisa falsa y asintiendo. Cuando le doy el pantalón escucho otra vez el perdona me giro y digo ¿Sí?
Lo miro me habla pero no reacciono, no soy capaz, sonrío y me dirijo a por lo que él me a pedido. No me importa seguir sonriendo ya que tengo una razón, no puedo dejar de mirarle es tan "Perfecto" es esa la palabra, no creo que lo mejor sería decir es lo más perfecto de las imperfecciones. Me mira y me dice gracias y yo no soy capaz de hablar así que asiento como una tonta y se va.
Cuando miro al suelo veo que hay un papel que se le ha caído salgo de la tienda buscándolo quiero devolvérsela y verlo una vez más, pero él ya no esta, se ha ido. Miro la nota y pone:
Llámame cuando no estés en las nubes.
P.D: Me llamo Lucas. Me encantaría conocerte . No te conozco pero sé que te amo.
